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domingo, 14 de diciembre de 2014

De concierto!!

El otro día, en un sorteo de La veu del País Valèncià, me tocaron 2 entradas para el concierto acústico de Joan Amèric, un músico de Alzira, mi ciudad natal. Ya había tenido el gusto de escucharlo cantar y de verle tocar la guitarra en 2 ocasiones, pero no en un concierto entero. Además, fue en un auditorio en Almussafes, del que la gente habla muy bien, y para este concierto le acompañaban más músicos para tocar las canciones con todos los instrumentos. Además de la afinada voz de Joan, el cantante, había un violín y un acordeón, una flauta travesera, 2 guitarras acústicas y una eléctrica, un equipo de percusión y un bajo para tocar el nuevo disco grabado en acústico. Todo un espectáculo. Quisimos hacer una foto al escenario pero salió esto:
Selfie con el escenario de fondo que no estaba oscuro (misterios del flash)


Fue todo un lujo y lo pasamos de maravilla. No compré las entradas porque, entre otras cosas, esa misma noche tenía una cena y no sabía qué hacer, pero, aunque seguro que en la cena también me lo habría pasado muy bien y tenía ganas de ir, me alegro mucho de haber tenido la oportunidad de ir a este fantástico concierto. Duró más de 2 horas y se me pasó volando. Me embobaba viendo cómo tocaban los instrumentos, algunas canciones ya las conocía y cada vez que las escucho aprecio algo nuevo. Casi al final, cuando presentaron a los músicos, cada uno hizo una exhibición de su instrumento improvisando un solo y fue genial, al final les pedimos a coro que tocaran otra. Se les notaba que habían estado ensayando, que había buen rollo entre todos y transmitían ese cariño al público.

Espero que siga haciendo más bolos como este y que sean por aquí cerquita. ¡Quizá repito y todo! Me gusta más escuchar música mientras veo cómo tocan, que escucharla sin más. Parece que sea tan fácil... pero para conseguir tocar así un instrumento hay que echarle años de práctica, así que es algo que me fascina ver. Admiro mucho esa dedicación a la música. Siendo músicos que además son de mi misma tierra, todavía aprecio más su trabajo y para ellos va este artículo. Para que sigan adelante creando arte y difundiéndolo por todas partes, y para que más gente tenga la oportunidad de escucharlos y verlos tocar.

Para escucharlo:

En sus canciones expresa siempre su opinión, uno podrá estar de acuerdo o no, pero las expresa con argumentos y con mucho respeto, esto, en mi opinión, le añade valor a su obra. Enhorabona Joan.

domingo, 26 de octubre de 2014

Un posible vacío en nuestra rica lengua

Creo haber encontrado un vacío en nuestra rica lengua. Por mucho que he pensado, nada, que no encuentro una palabra que defina la siguiente situación.

Madrugada. 5 minutitos más en la cama.  Domingo por la tarde. Sofá, mantita nórdica y peli. Se acaba la peli y me veo hasta los créditos por no moverme. En las dos situaciones estoy calentita a tope, pero sin llegar a sudar. Relajación a saco. ¿Cómo se llama eso?

Como no se me ocurre ninguna palabra que ya exista, me he inventado una que me vino mientras estaba en ese estado.


Zopa, en inglés zoppah (para que sigan comiéndose letras).


Qué sensación. Me encanta. Y cuando viene alguien a decirme:
"¿No te levantas ya, o qué?"

Yo le miro con una sonrisa y le contesto:
"Estoy zopa". Y me repantingo más.


Una siguiente acepción podría ser usarla como sustantivo. ¿Sería posible conseguir que se difundiera esta palabra para que se creara la práctica de zopa oficialmente? Actualmente ya existen empresas que tienen salas de siesta. Yo propongo que se llamen salas de zopa. Porque hay que innovar! jejeje. Y ya puestos a elucubrar, ¿por qué no usar el verbo "zopear"? Por disfrutar que no quede.

Un abrazo y gracias por entrar en mi blog.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Del ladrillo al motor: Un cambio de rumbo

Hoy os voy a hablar de una persona sin su permiso. Se morirá de vergüenza cuando se entere, pero es que estoy orgullosa de él y no me canso de decírselo a todo el mundo.

De pequeñito tuvo problemas para seguir el ritmo de la clase. Lo típico. Niño tímido, de noviembre... Total, que se desmotivó pronto por estudiar y en cuanto tuvo fuerzas ya se interesó por el trabajo. Su padre tenía una empresa de reformas y con 16 años se fue a trabajar con él. Gracias a ese trabajo, pudo conseguir hacer realidad su sueño. Tener una moto. Pero no una cualquiera, sino la Ducati Monster.

Trabajando de sol a sol (y de lluvia a lluvia si se terciaba) y esperando que llegara el fin de semana para salir con su moto a disfrutar por los puertos de montaña. Sientes el viento que te golpea el pecho y el asfalto vibra peligrosamente cerca del cuerpo en cada curva. Brutal. Valía la pena una semana más. Así estuvo, trabajando desde 1999 hasta 2008 haciendo edificios. Viviendo de primera mano la locura del boom inmobiliario de España. Conoció un compañero de 50 años que llevaba muchos años de albañil. A pesar de sus dolores continuos de espalda, se negaba a pedir la baja laboral, porque si no trabajaba, no cobraba. Si cogía la baja, no le llamarían para la siguiente obra. Y así, gracias al buen humor y a la camaradería, seguía día a día con la catalana y el capazo. Dándole al ladrillo.

Cuando en 2008 se construyó ya suficiente, nuestro protagonista se quedó sin trabajo. Y vió la oportunidad para cambiar de oficio. Buscar otro empleo, esta vez que fuera bajo techo, más valorado, con más futuro. Así que pensó en trabajar de mecánico. Primero decía:
- Ya tengo 24 años. ¿Dónde voy ahora a estudiar, si nunca se me ha dado bien? Aquél barco ya zarpó. Yo lo que tengo que hacer es trabajar. Además, si me pongo a estudiar, no terminaré hasta dentro de 4 años! Para entonces ya tendré 28. Es demasiado tiempo.

Luego decía:
- Bueno, mientras busco trabajo, me apunto a la escuela de adultos y voy aprobando asignaturas para conseguir el título de ESO. Al menos hago algo.

En 2010 se sacó el título.
- Se me están acabando los ahorros y ya no puedo usar mi moto. Mientras sigo buscando trabajo voy a apuntarme al ciclo formativo de Electromecánica a ver qué pasa.

Se matriculó y en 2012 se graduó con la nota más alta y en poco tiempo encontró trabajo como técnico de mantenimiento en un centro para mayores. Con su experiencia de albañil y su título de electromecánico, tenía el perfil ideal.
- Este trabajo es provisional. Aquí hago pocas horas y el único motor que toco es el del aparato de aire acondicionado y la batidora. Voy a seguir buscando trabajo de lo mío.

A principios de este año, en primavera, tuvo una entrevista de trabajo en un taller mecánico cerca de casa. Un lugar donde le habían puesto mala cara cuando fue a llevar el currículum por no tener experiencia. No se lo podía creer. El mismo día de la entrevista lo contrataron para empezar la siguiente semana.

Y ahí sigue. Continúa quejándose de que cobra poco, que siempre hace lo mismo porque es mecánica rápida, que ningún trabajador pasa más de 2 años allí porque no hacen fijo a nadie... Ahora vuelve a llevar su moto, que casi estuvo a punto de tener que vender. Y además, me ha pedido que nos vayamos a vivir juntos.

Es un guerrero. Sigue queriendo más.

Es mi novio. Kike. Un ejemplo de superación e inconformismo. Cabut valencianot, me va a volver loca.

T'estime
Os presento a Kike

miércoles, 24 de septiembre de 2014

El arte de mi tía Ali

Siguiendo con las historias de carreras laborales, tenemos a mi familia paterna. Además del pintor, tenemos a la costurera. Mi tía Ali. Es la cuñada de mi padre y se dedica a coser trajes de fallera. Bueno, y lo que se tercie, que igual te hace un vestido.

Algunas piezas las cose a máquina, pero la mayor parte las hace a mano, con sus manitas. Le cuesta algo así como 2 semanas terminar un traje entero. Los hace por encargo y a la fallera le puede costar perfectamente unos 6000 €, a parte del delantal (que suele tener adornos de hilo de oro), las joyas y los zapatos (que van forrados con la misma tela del vestido). Ella se lleva solo una pequeña parte porque la mayoría del dinero es para la tela, que está hecha a mano. Para mí, mi tía es toda una artista. Además de hacer estas obras de arte, también pinta óleos y lee muchísimo.

Os dejo unas imágenes de los trajes de fallera:

Detalle de la puntilla y las joyas

Peinado y viveza del tejido

Detalle del corsé por detrás, cosido a mano.

Esquema del coste de vestir de fallera. La mayoría de veces, se hereda.

Muchas falleras tienen más de un traje. Por ejemplo, uno para ocasiones especiales y otro para salir de pasacalle.

¿Vosotras hacéis algún trabajo artesanal? Yo creo que es una actividad, aunque muy costosa, muy gratificante.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Premio al mejor blog amigo

Inma me ha pasado este premio con la condición de que lo pase a 10 blogueras más y cuente qué es para mí la amistad.

Pues allá vamos.

A mí este tema me emociona porque nunca he sido de tener muchos amigos. He perdido varios y a veces por no haber sabido comportarme. Esos ejemplos me han hecho pensar a veces que no sé ser una buena amiga. Así que no sé si mi definición será correcta. Aunque bueno, hay cositas que sí tengo claras.

Amigo es el que te llama cuando intuye que no estás pasando por un buen momento, para estar a tu lado.

Amigo es el que cuenta contigo para pasar un rato de ocio agradable.

Amigo es el que te ayuda cuando se lo pides. Y más importante, cuando sientes que se la puedes pedir sin miedo a que se sienta incómodo porque quiera decirte que no. En una buena amistad hay confianza para decir no.

Amigo es el que sabe guardar un secreto.

Creo que los amigos funcionan por atracción. Te nace estar en contacto con ellos, organizar formas de estar juntos. Si no existe esa sensación, la amistad se enfría.

Yo tengo a mi amiga del alma muy lejos. Me nace estar en contacto con ella, por ejemplo cuando me ocurre algo bueno, me dan ganas de contárselo. Pero no puedo organizar nada con ella. Cuando nos vemos viene condicionada por otras cosas y casi nos vemos a salto de mata, aunque la sensación se mitiga al no hacer planes muy complicados y ser flexibles. No me gusta que esté tan lejos. Creo que por eso, cuando conozco a alguien que vive lejos, me da miedo porque a veces lo paso mal por no poder estar.

Luego tengo otras personas en el polo opuesto. Viven cerca, me caen bien, me nace llamarlas, pero que no me transmiten que ellas estén en el mismo punto. Así que me da miedo meterme, porque hay detalles que me hacen pensar que no les importa si nos vemos o no. Y así vamos, que luego me los encuentro y me dicen que han quedado con fulanito y menganito para ir a tomar algo, que si eso que me apunte.

Vamos, que la comunicación no es que fluya mucho. Porque yo me preocupo de que no pase una semana que no les haya dicho algo por el guasa, pero mira, no les ha nacido quedar hasta que no se han tropezado conmigo.

Y el chivato del facebook, que los ves que han salido aquí y allá después de preguntarles días antes si iban a salir y te han dicho que no, que ya te llamarían cuando tuvieran libre. Supongo que ese libre quería decir "cuando no tenga a nadie más, sosa". Y esto es lo que me hace pensar que tan amigos no es que seamos, aunque vivamos en el mismo pueblo.

Será que en otra vida fui muy mala para que una amiga que tenga esté tan lejos y que los que tenga cerca no me hagan caso. Tal vez incluso me estén haciendo un favor porque realmente no sean para mí y a la vuelta de la esquina se encuentre esa gente con la que salir y divertirme, esa gente con la que quedar y hacer mil cosas. Esos que yo pueda llamar amigos que también a mí me llamen amiga.


Y bueno, nada más. Creo que todos los blogs que leo ya han recibido su premio. Bueno casi. Falta el de una amiga que escribe de maravilla: Relatos de vida inconsciente