No sabía si escribir sobre esto porque es un tema delicado que puede llegar a molestar. Pero me he decidido a publicarlo porque creo que es una reflexión necesaria que viene bien para tener en cuenta.
El tema trata sobre la vida. Vida es eso, vivir. Nuestros cuerpos nos acompañan durante un tiempo, quizá 90 años, quizá menos, otras veces más. Para mí después también hay vida. Aunque sea inconsciente, aunque sea a través de otras personas o el legado.
Por mi edad es normal tener que despedirse de los abuelitos. Es un trago muy duro del que uno se cree estar preparado porque los ves, a veces enfermos, otras cansados, delicados. Pero dejan un vacío...
Es cuando comprendes esto, que el cuerpo llega incluso a ser una carga. Los huesos pesan, los ojos se cierran, se va la sed, se va el hambre, se van las ganas de caminar y ver nuevos eventos. Cuando el cuerpo no da más de sí, descansamos. Creo que de esto tratan muchas religiones, de la espiritualidad, la trascendencia de lo corporal, lo material, a lo inmaterial. Su recuerdo, sus enseñanzas, su sonrisa, su amor. Eso nunca se va. En cierta manera, somos inmortales.
A la meua iaia.
Claro que somos inmortales en cierta manera. Hay que vivir de tal manera que permanezcamos en la memoria de los seres queridos para que una parte de nosotros quede viva por siempre.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Gracias Álter. Un abrazo.
EliminarTú hablas de la vida, yo hablaré de la muerte, que al fin y al cabo forman parte del mismo proceso.
ResponderEliminarY pondré un ejemplo: Cuando murió mi abuelica querida, a los 84 y enferma, lloré, lo juro, más de lo que he llorado nunca, dos días enteros con sus noches sin parar apenas, pero no lloraba por ella, lloraba por mí, por no verla más, por no poder estar con ella, fue una tristeza extraña, sin desesperación, sólo tristeza, porque al mismo tiempo estaba feliz por ella, había llegado su momento, su cuerpo no aguantaba más y ella se sentía preparada.
Esa es la muerte que todos deberíamos tener, la natural por edad, porque el cuerpo ya quiere y necesita descansar, todas las demás son las que nos trastocan y cuesta mucho asumir. Espero haberme explicado medio bien.
Y sí, ella es inmortal, raro es el día que no la recuerdo por algún motivo, y siempre con una sonrisa, fue una relación muy especial porque siempre vivió con nosotras, tan especial que no soy capaz de escribirle una entrada por no terminar llorando como una Magdalena.
Besos
Te entiendo. Yo lloré por lo mismo.
EliminarGracias Inma. Un abrazo.
No creo que este tema llegue a molestar a mucha gente, y menos cuando lo expresas de una manera tan delicada y respetuosa.
ResponderEliminarYo también opino que no nos vamos del todo mientras nos sigan recordando.
Un beso muy grande.
La verdad es que la entrada era más larga, pero me quedé con lo básico y prescindí de todo eso de que la vida es corta y hay que aprovecharla. Me parece que la vida es todo lo larga que tiene que ser. Pero cuando alguien se va, sentimos esa sensación de desesperación que este tema podía despertar de nuevo.
EliminarGracias Koki, un abrazo