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martes, 4 de febrero de 2014

Un artículo muy duro sobre la vida y la muerte

Este artículo tiene dos partes. La primera, con el espíritu de Esclafettis con tomate. La segunda, con el sentimiento que emana del día mundial contra el cáncer. Pido perdón por adelantado a quien siga leyendo la segunda parte, pues este es un artículo escrito con lágrimas. Un artículo que quiero compartir entero porque me temo que se habla poco de esta verdad. La verdad de que somos vulnerables. Si no quieres enfadarte, querido lector, si tienes la lección aprendida a conciencia, no sigas leyendo, quédate solo en la primera parte, la de antes de la imagen del lacito. Porque la segunda parte de este artículo quizá me haga que me veas como un monstruo, agorera y despiadada. Porque vas a leer algo que no debería ser verdad. No debería existir jamás.

Primera parte:
Escribo llena de esperanza en un día como hoy, el día mundial contra el cáncer. Esperanza de que cada vez haya más personas concienciadas de una realidad. La realidad de que nuestra salud es cosa nuestra, del día a día.

Todos sabemos que es bueno comer fruta y verdura cada día, comer sano y suficiente, beber agua, hacer algo de ejercicio y vivir en paz, sin demasiados sobresaltos. ¿Y esto cómo se consigue? Poquito a poco, a base de avanzar, tropezar y levantarse, seguir adelante. No queda otra si queremos ganarle la batalla al cáncer. Este es el camino. Suena fácil de decir, pero es más fácil de hacer de lo que parece. Es cuestión de tomar pequeñas decisiones cotidianas que nos beneficien, hasta que los malos hábitos vayan desapareciendo. Tenemos toda la vida para lograrlo y cualquier momento es bueno para comenzar.

Así que mucho ánimo!!




Segunda parte:
Si has pasado a leer esta parte, es bajo tu responsabilidad. No aceptaré represalias porque ya he avisado. La primera parte a mi parecer ya está comenzando a desgastarse. Se le empieza a notar cierto aire de viejo y empieza a perder significado desde hace tiempo. Porque no conseguimos aprender de nuestros antepasados. Porque cuando sentimos dolor intentamos ver para otro lado. Evitarlo solo lo pospone. Hay que enfrentarse a él, ganarle la batalla antes de que ataque. Porque su ataque será a vida o muerte. Esto que explicaré es el sentido que le veo a mi vida, esa es mi vocación. Y sí, la verdad duele. Pero más duele el diagnóstico de un oncólogo en este caso. Mi abuela me educaba diciéndome: "Quien bien te quiere, te hará llorar". Y luego me castigaba sin salir o me prohibía ver los dibujos.

Una parte de mí, en los momentos de debilidad, hace esta reflexión:
¿Por qué hay personas que no parecen valorar su salud?
¿Por qué hay personas que no se cuidan?
¿Tan difícil es encontrar tiempo para hacer algo de ejercicio y moderar el consumo de grasas?

Otra parte de mí hace esta reflexión:
¿Por qué no aprendemos a respetar las decisiones de los demás aunque se estén equivocando?
¿Por qué intentamos ayudarles sin que nos lo pidan?
¿Por qué sacrificamos nuestra calma por personas que no piensan como los que sí hemos aprendido la lección?

La lección que aprendí fue que no hay excusa para no cuidarse. Y me gustaría que cada vez más personas fueran más conscientes de esa realidad. Que la salud es frágil y hay que cuidarnos. Un día se está sano y al otro día nos hemos resfriado. Un día estamos bien y al siguiente nos atropella alguien que iba despistado al volante. Y por eso me cuesta tanto concienciarme de la otra parte, la de respetar las decisiones de los demás. Pero duele demasiado.

La vida es frágil. Luchamos para ganar tiempo a la muerte sin ser conscientes de que ella tiene las de ganar. Que nos ha dejado otro día disfrutar de lo que amamos, ilusionarnos por hacer algo bueno y sonreir.

Hoy es el día mundial contra el cáncer. Y por eso os vengo a contar una historia cargada de tristeza. 

Su padre murió de cáncer. Y no, no fue casualidad ni mala suerte. La suerte para bien o para mal existe poquísimas veces. Fue humano, como tantos otros, y jugó con su salud, burlándola. Tomaba como unas 10 pastillas al día antes de diagnosticarle un cáncer de páncreas en fase 4. Luego sustituyó las pastillas por morfina para el dolor y en un mes se fue apagando. Su hija no fue capaz de ir a visitarle a casa. Porque sabía lo que le hervía dentro. Había mucho amor, pero el amor se tornó en odio e impotencia. Porque amor y odio son las dos caras de una misma moneda.

Ella con apenas 20 años de edad, le necesitaba vivo y él no se cuidó. Jugó demasiado y ganó muchas veces. Se salvó de varios infartos de corazón, se salvó de un desprendimiento de retina, de multitud de hospitalizaciones durante toda su vida. Obesidad mórbida y alcoholismo, ponía en su historial médico. Y en el fondo fue el que enseñó a su niña a amar. El que la arropaba por las noches dándole un tierno beso mientras su madre dormía 18 horas al día a causa de la medicación para la psicosis.
Hay días en que vuelve a ser una niña. No puede más y se derrumba. Hay días en que le entra el pánico y se acobarda. Hay días en que no le apetece sonreir y no querría saber amar. No querría amar a nadie. Vivir su vida y hacer realidad sus ambiciones sin sufrir por los demás. Quizá tenga un trauma, quizá no sepa hacer borrón y cuenta nueva y vivir el presente. No lo sé. Lo que sí sé es que un gesto como el hecho tan simple de tomar fruta y verdura y salir a caminar salva vidas. Algo que parece tan insignificante y tonto, salva vidas. Vidas anónimas como la suya. Vidas que se repiten porque creemos que no nos pasará a nosotros. Que nosotros somos más listos, más fuertes, mejores.

Pero señoras y señores, lo más inteligente no es aprender de los propios errores, sino aprender de los errores de los demás. Porque quizá cuando nos ocurra sea demasiado tarde.

Gracias. Sed libres de comentar y desahogaros. Pues nadie se libra de tener algo de pena y fragilidad.

14 comentarios:

  1. Amiga Cecilia
    He leído las dos partes con tristeza. En la segunda parte, tus reflexiones, muy acertadas a mi parecer, han hecho que me sintiera identificada hasta cierto punto.
    Antes, me refiero a antes antes, se moría de enfermedades horribles sin saber verdaderamente que se podía haber hecho algo para retrasar o menguar los signos y síntomas de la enfermedad. Pero hoy, todos tenemos información al alcance de la mano incluso sin pedirla, todos sabemos las reglas para una vida sana, en cuanto a ejercicio y alimentación tenemos diariamente consejos que nos bombardean hasta la saciedad. Esto no quiere decir que no haya personas que prefieran vivir a su manera, rechazando cualquier cosa que les impide seguir con su comodidad o privarse de su forma de alimentarse.
    Una forma de comportarse completamente egoísta, sin tener en cuentas a los que tienen a su alrededor, que en muchos casos, son verdaderas víctimas de su egoísmo... Por ponerte un ejemplo... el padre de mis hijas tiene muchas muchas e importantes complicaciones de salud, sin embargo dice que le da igual el tiempo que viva pero que lo quiere a su manera, sin privarse de nada y viendo la vida pasar a través del televisor...¿qué es lo que deben hacer los familiares?... Pues te lo voy a decir, en este caso concretamente, han tirado la toalla y ya no sufren tanto cada vez que le tienen que ingresar en el hospital, puede parecer duro e inhumano pènsar, pero es así, que él mismo se busca el final que quiere tener y que sea lo que tenga que ser,
    A veces los hijos cargan con los errores de los demás y a eso, Cecilia, no hay derecho...no se puede uno castigar ni lastimar por lo que los demás no han hecho bien.
    Tienes que vivir tu vida, ser feliz e intentar aprender y no cometer esos mismos errores.
    Besos apretaos, Cecilia, muy apretaos.

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    1. Muchas gracias por tus palabras Yeste. Hoy ha sido un día difícil. Creo que incluso sin querer, nos vamos alejando de aquellas personas tóxicas, es decir, personas que se dañan a sí mismos y que de rebote dañan a los demás. Es triste, la gente de alrededor lo ve mal, es cruel incluso. Pero hay veces en que uno tiene que repetirse a sí mismo que es simple supervivencia, que no es responsabilidad de uno la vida de los demás, y más cuando les has ofrecido tu ayuda y no la han aprovechado. Pero a la vez, incluso habiendo logrado alejarse, uno no deja de preguntarse qué más hubiera podido hacer. Seguir al lado de alguien que hace daño es duro, pero también lo es abandonar a alguien que se queda solo. De todas formas, al final, es la única salida para no verse arrastrado a su agujero negro. Huir, por más que nos pese.
      Un abrazo fuerte

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  2. Estoy de acuerdo con todo lo que cuentas, pero ante todo he de decirte que nadie está libre del azote del cancer. Está claro que hay conductas de vida en alimentación y falta de ejercicio que lo pueden activar con mayor probabilidad, pero eso no dá ninguna seguridad. Te cuento, mi esposa fue operada de cancer de mama hace 7 años. Siempre modélica en hacer ejercicio, en cuidarse, en ser fiel a la dieta mediterranea, a la fruta a los hervidos, y enamorada de las verduras. Pues un buen dia cancer. El tratamiento post operatorio le ha complicado mas la salud, produciendole una cirrosis en grado 5, (nunca ha bebido ni cerveza), es diabetica, varias alergias, y ahora palpitaciones por problemas de tiroides. Es ferrea en las cuatro cosas que le permiten comer, pero sigue haciendo ejercicio de la comida a la cinta de andar y bailamos dos veces por semana. De ánimo esta fenomenal con grandisimas ganas de vivir y no paramos. Por su parte todo es positivo, solo he querido contaros en dia tan señalado, que efectivamente somo muy fragiles y todos podemos contraer el fatidico cancer, pero tambien mandar el mensaje que todo se supera y que hoy en dia tener cancer no es la muerte. Lo realmente importante es detectarlo a tiempo.

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    1. Vuestra historia es una gran historia de superación. Una historia ejemplar, como no podría ser de otra manera viniendo de ti, Marcos.
      Tienes razón en tu puntualización. Lamentablemente, hay casos en los que inexplicablemente enfermamos igual, por mucho que nos hayamos esforzado. Pero ese esfuerzo quizá os ha preparado para afrontar mejor la enfermedad, desde la base de los buenos hábitos que ya teníais, que os dan las armas suficientes para afrontar lo que venga.
      ¿Recuerdas el cuento de "Los tres cerditos"? Gracias al esfuerzo y sacrificio del hermano mayor, pudieron salvarse todos. Por si quieres ver esta gran obra maestra, te dejo el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=BiQL51npKFM

      Un abrazo y lo dicho, mucho ánimo.

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  3. Yo en estos casos siempre pienso en el modelo de vulnerabilidad - estrés que nos enseñaron en la carrera. Lo comparo con un vaso con una determinada cantidad de agua, que sería la vulnerabilidad, y nuestra conducta desadaptativa sería lo que echa más agua en ese vaso (estrés). Si nosotros nacemos con la suerte de tener ese vaso medio vacío, podemos tener "suerte", llevar una vida de excesos y el vaso nunca se desborda (todos oímos hablar alguna vez del típico señor de noventa años que vive sano como un roble fumando y bebiendo desde los once, y muere apaciblemente en su camita sin haber ido jamás al médico). Los que nacen con el vaso vacío yo creo que son minoría, excepciones. Pero si nacemos con el vaso más lleno, tendremos que cuidarnos mucho más para que el vaso no se desborde. Todos tenemos que evitar echar más agua en nuestro propio vaso, y para eso hay que cuidarse, y como decís más arriba, no sólo pensando en nosotros, sino en la gente que nos quiere.

    No sé qué hago explicándole modelos psicológicos a una psicóloga, en realidad empecé a reflexionar y es como si estuviera pensando en alto.

    Tu post es como la vida misma. Tiene su parte positiva, y su parte negativa. Me gusta mucho la reflexión final. Nadie se libra de tener algo de pena y fragilidad, y no podemos culparnos por ello, somos humanos.

    Un beso gigante.

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    1. Qué curiosa la metáfora que has usado para el modelo. Yo me sé otra pero con un cubo de agua con agujeros por donde se pierde el agua. Luego los profes se extrañan de que nos liemos con tantos modelos jejeje.
      Te sabes el modelo transteórico de Prochaska y Di Clemente? Se centraron en las adicciones, pero yo creo que también se podría aplicar a los hábitos.
      Gracias por comentar Koki. Como también dices en tu blog, los posts se completan con los comentarios.
      Salud!!

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    2. Pues no me parece para nada descabellada tu idea de aplicar ese modelo a los hábitos, seguro que sí se podría! Yo siempre lo asocié al tema de dejar de fumar, porque era lo que me preocupaba cuando lo estudié :) Besos!!

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    3. Verdad que sí podría ser? Creo que cualquier cambio sigue un ritmo en espiral, con altibajos. Cada tropiezo paradójicamente nos acerca a comseguir ese cambio que queremos, porque nos recuerda lo que no queremos.
      Besos Koki!

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  4. Yo reconozco que me cuido muy poco y soy consciente de que eso puede tener consecuencias. Y sé que no hay excusas, lo sé... Así que no voy a darlas. Te doy la razón, porque la llevas pero no entiendo por qué no me aplico un poquito el cuento. Un besote, guapa!!!

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    1. Te entiendo Álter, no creas que yo soy el súmum de la perfección. No pretendía hacer una crítica sino hacer reflexionar, parémonos a pensar en el sentido de nuestros actos.
      Con el buen rollo con el que siempre intento infundir en mis artículos y el q hay por los blogs que visito, me sabía mal publicar este. Pero como digo, quien bien te quiere, te hará llorar. A veces por ser bueno con los demás, no se sacan temas desagradables por no quedar mal pero pensé que el día ideal para atreverse era el día mundial contra el cáncer.
      Besos guapa. Espero no haberte hecho sentir mal, sino todo lo contrario.

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  5. Mi opinión Cecilia, y me voy a poner seria. Te leí cuando publicaste pero hay comentarios que necesitan el momento y la presencia de ánimo adecuados, al menos para mí, que no comento por comentar.

    Te doy la razón en que deberíamos cuidarnos más y ser conscientes de que nos estamos jugando la salud, no se te puede discutir el planteamiento. Lo que ocurre es que ese cuidarse, comer más sano, hacer ejercicio, en mi caso lo más importante, no fumar, etc no garantizan absolutamente nada, y me va a costar explicarme. Quizás es una excusa que utilizamos los que no nos cuidamos como deberíamos, pero Marcos te ha puesto un ejemplo. Ojalá el padecer o no cancer estuviera exclusivamente en nuestras manos, pero no es así, aparte de la predisposición genética, luego está que tú te puedes esforzar y sin embargo estamos constantemente en contacto con productos potencialmente cancerígenos, incluido lo que comemos aunque creamos que es sano y hasta el aire que respiramos. Ocurre que además del cáncer hay otro mogollón de enfermedades, desde degenerativas a otros tipos que no dependen de lo que nosotros hagamos por evitarlas. Ocurre que la vida te trae, te lleva y te bandea sin que tengas control sobre ella, y a veces un cigarro, una copa o una bolsa de patatas fritas son nuestro consuelo. Ocurre que te cuidas y un día cruzas la calle y se te llevan por delante. Ocurre todo ésto y mucho más, y al final decides cerrar los ojos, vivir lo mejor que puedas y ya se verá ¿Quiero decir que no debemos cuidarnos? No. Quiero decir que no debemos obsesionarnos. Un alcohólico morirá de cirrosis seguramente, pero no será éste el peor de sus males, ser alcohólico ya de por sí es lo suficientemente chungo y una enfermedad que no se cura facilmente. Estar enganchada al tabaco como es mi caso, quizás mi mayor factor de riesgo...pues ya me pueden decir, que yo lo sé, también sé que se puede dejar, pero si nunca has fumado ni has sido adicta mejor te evitas darme consejos porque no sabes de que va, y ésta última frase no va referida a ti, perdona si suena borde, le falta el tono, la suelto en general para todos los que son incapaces de comprender lo que es una adicción y lo difícil que es cambiar hábitos.

    Todo esto lo digo con conocimiento de causa, no voy ahora a explicar aquí con pelos y señales mis vivencias con el cáncer por no extenderme más todavía, pero son en primera persona, y mira, aquí sigo más chula que un ocho y jugándomela cada día, semos así hija mía.

    Besitos

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    1. Inma gracias por comentar, como siempre haces. A ver, eres libre de decidir si comentar o no, pero especialmente en este artículo estaba esperándote. Yo era consciente de que iba a crear polémica e incluso levantar ampollas. Pero tenía miedo de resultar tan desagradable que me dejaras de lado. Por una parte tengo como la sensación de haber metido la pata, porque este tema es muy delicado y como bien has puntualizado, la prevención no garantiza al 100% que vayamos a librarnos de enfermar. De todas formas, tanto fue el cántaro a la fuente... Yo creo mucho en la importancia de la prevención, de hecho me gustaría que fuera la piedra angular de mi trabajo como psicóloga. Quizá no nos salva de enfermar pero sí puede prepararnos para afrontar mejor lo que venga.
      También coincido contigo en que hay gente que frivoliza con el tema de los malos hábitos, criticando a quien no los elimina. Doy fe de que cambiar un hábito es muy pero que muy difícil. Se pasa fatal, se fracasa muchas veces, se sacrifica mucho al intentarlo y luego de todas formas la vida trae pocas recompensas.
      Es así de duro, como puse en el título. Pero el intentar ser cada vez mejores y superarnos creo que entra dentro de la gracia de vivir y forma parte en mayor o menor medida de cada persona.
      El crecimiento personal es una máxima de este blog y es mi motivación para compartir lo que escribo. Comparto para ayudar, para difundir mi opinión. Porque para morirnos siempre estamos a tiempo y no lo podemos controlar apenas, por todo lo que tú has dicho. Solo que creo que hay que ponérselo difícil y no dejar que nos gane la muerte.
      Siento si he dado mal rollo con mi publicación. Perdón.
      Un fuerte abrazo Inma

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    2. Me halagas esperando mi comentario Cecilia. Quizás a ti te ha parecido que te ponías desagradable, no es lo que yo percibo, lo desagradable es el tema, que es duro y sobre todo asusta, a mí siempre me asusta tratar este tema, y sin embargo fíjate como es la mente humana, con todo lo que me acojona, cierro los ojos y sigo, suelo hacerlo, es mi típica "huida hacia adelante".

      Un blog está para muchas cosas, cada uno lo creamos por motivos diferentes, para divertirnos, para subir nuestro ego, para expresar lo que no expresamos fuera, para desahogarnos y mil más, tantos motivos como blogueros, el tuyo está claro desde el principio, y te animo a que no te cuestiones ni te limites pensando en lo que puede agradar o lo que quizás sea polémico, no intentes gustar, no pienses en quien te lee, simplemente sé tú misma y suelta lo que quieres compartir, eso es lo importante, y al final paradojicamente es como llegas y gustas.
      Muchos besos

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    3. Gracias por estar ahi. Aprendo mucho contigo

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