Páginas (haz clic en un tema para ver artículos relacionados)

lunes, 9 de diciembre de 2013

Por qué tener una actitud responsable

Entiendo la responsabilidad como una actitud necesaria para la convivencia. Cada vez que alguien se deja la responsabilidad olvidada en casa, se pone en peligro la libertad de todos.

Según la RAE, ser responsable es:

(Del lat. responsum, supino de respondĕre, responder).
1. adj. Obligado a responder de algo o por alguien. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una persona: Que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.
3. com. Persona que tiene a su cargo la dirección y vigilancia del trabajo en fábricas, establecimientos, oficinas, inmuebles, etc.

Desde pequeños vamos aprendiendo que ser responsable es:
  • Ser capaz de obedecer las normas
Por ejemplo. Si vamos conduciendo y la limitación de velocidad es de 30, se conduce a 30. Esto es así no porque lo haya dicho la DGT o porque pueda haber un control de policía, sino porque en la calle podemos encontrarnos con obstáculos imprevistos y a más de 30 km/h no se consigue reaccionar a tiempo. Matar a algún peatón por querer ir un poco más deprisa, es una lotería a la que no quiero jugar. Personalmente me avergüenza que existan resaltos en los cruces para obligar a respetar el límite de velocidad y me gustaría que no hiciera falta que estuvieran.

  • Hacer bien nuestro trabajo
En cualquier tarea que emprendamos, si la afrontamos con responsabilidad, conseguiremos hacerla cada vez mejor. Conseguir algo por uno mismo otorga una satisfacción maravillosa. Por el contrario, portarse bien para evitar un castigo o para quedar bien ante otros, me parece más propio de niños que de adultos. Por ejemplo, en algunas oficinas, se tiene restringido el acceso a internet para evitar que los empleados se entretengan. Considero que la productividad no se aumenta coartando la libertad de los trabajadores, pero la actitud irresponsable de alguno que otro ha provocado que se tomen estas medidas degradantes y vergonzosas. Acaban pagando justos por pecadores.
  • Reconocer los propios errores
Cuesta muchísimo reconocer que nos hemos equivocado, aunque lo sepamos, creemos que si lo reconocemos vamos a perder autoridad o prestigio delante de los demás. Pero si lo pensamos bien, es al revés. Si metemos la pata en algo, lo mejor es que se enteren por nosotros mismos y cuanto antes, para así poder reparar el fallo. Y ya está, que el que más o el que menos se ha equivocado alguna vez y negarlo u ocultarlo puede empeorar las cosas.

Ser responsable siempre es un ideal muy difícil de conseguir, creo que imposible. Pero creo que nunca está de más animarse a ser mejor cada día, a cada momento. Porque nuestros actos pueden ser cruciales aunque se trate de pequeñas decisiones momentáneas.

Todos recordaremos alguna anécdota sobre un desliz en el que dejamos de ser responsables por un momento, pero ¿recordáis alguna otra que por ser responsable hayáis conseguido algo importante?


PD: Aprovecho para dar la bienvenida a las nuevas seguidoras y agradeceros vuestros comentarios. Me animan a seguir escribiendo y pensar que alguien está leyendo al otro lado, también me anima a mejorar. Gracias de corazón.

10 comentarios:

  1. Ser responsable es parte del camino hacia el éxito en la vida, aunque como bien dices no siempre es fácil de cumplir todas las normas. Todos nos permitimos alguna irresponsabilidad de vez en cuando, pero siempre que no haya peligro para las personas. Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Marcos! Como casi todo, no hay blancos o negros, no hay nadie completamente responsable o irresponsable. Es cuestión de grado. Feliz semana!

      Eliminar
  2. Responsabilidad es mi segundo nombre. No me gusta nada ir a lo loco por la vida y, como dices, me parece muy ridículo la gente que intenta ocultar sus fallos o culpar a terceros elementos de los mismos. Somos humanos y es más fácil asumir que hemos hecho algo mal y buscarle solución que estar buscando excusas peregrinas para evitar una bronca. Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues haces muy bien Álter. Seguro que con esa actitud, te ahorras cantidad de problemas. A que sí?

      Eliminar
  3. También me gusta ser responsable en el más amplio sentido de la palabra. Iba a decir que porque quizás nací en una época en la que todavía se nos educaba en la responsabilidad, pero cuando miro a mis hijos veo que ellos también lo son y son de estos tiempos en los que tanta gente se escabulle de las suyas. Un abrazo y gracias por la bienvenida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi abuelo decía: "Hijos de gatos, gatitos". Se refería que para bien o para mal, heredamos muchas cosas de nuestros padres. Gracias por tus palabras.

      Eliminar
  4. Si todos hiciéramos lo que debemos, no existirían las prohibiciones, claro está, pero creo, como Neuri, que las responsabilidades se aprenden desde pequeños y en el seno familiar, al menos crecemos aprendiendo a controlar nuestros deseos irresponsables.

    La gente se va concienciando, Cecilia, hoy la gente joven sana, tiene más sentido de la responsabilida que muchos adulto con años de experiencia a sus espaldas.

    Buen post

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que nunca es tarde para aprender y mejorar. Soy de la opinión de que en nuestro desarrollo hay aspectos que declinan, que bajan el rendimiento, pero que hay muchísimas características que lejos de empeorar con la edad se superan y crecen. Claro, que lo que aprendemos de pequeños queda gravado a fuego, pero creo que la edad nos da una capacidad de razonamiento que nos puede servir para mejorar.
      Comparándome con mi anterior generación, creo que los jóvenes de ahora tenemos más a mano conocimientos y experiencias de otros. Mi tío tuvo que irse a Madrid a estudiar porque todavía no teníamos la Universitat Politècnica de València. Nosotros ahora tenemos las universidades a media hora de casa, las bibliotecas municipales con su wifi y sus ordenadores y una generación más de la que aprender. Madre mía, qué respuesta más larga, ups. Besos!

      Eliminar
  5. Sobre el último punto, que para mí siempre es el más importante, asumir las consecuencias de nuestros actos, te explicaré mi proceder, no porque me crea mejor que nadie, pero es que creo que es una buena forma de actuar de la que además sacas beneficio.
    Me centraré en el trabajo, aunque sirve para otras áreas. Cuando he metido la pata, me he equivocado, lo que sea, ni siquiera he esperado a que se den cuenta, enseguida lo comentaba, y siempre me dio buenos resultados, primero porque si tú lo reconoces la mitad del enfado o problema se disipa, ya no se atreven a echar la bronca cuando te la estás echando tú misma, segundo se te valora más y se confía en ti, hasta el punto de que el día que tú dices que tal cosa no es responsabilidad ni culpa tuya se te cree sin dudar y se toma en cuenta tu opinión, con esto quiero decir que el principal beneficiado de asumir responsabilidades al contrario de lo que piensan los que se van escaqueando, es uno mismo.

    Otro tema es la gente, y ahí me incluyo, que se siente responsable de todo y siempre piensa que tiene la culpa, o parte de la culpa en un tema, esa es una manía que hay que aprender a controlar y encontrar el punto intermedio.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que pensemos igual. Es eso mismo que has dicho tú lo que quería decir yo. Aunque también es cierto que ser responsable también tiene su peligro, que es el hecho de querer responsabilizarnos por cosas que escapan a nuestro control. Es mismamente una de las teorias sobre las causas de la depresión. Gente que cree que todo lo malo que le pasa es por su culpa, pero ahi entra también como vayamos de reservas de autoestima. Que no es algo que siempre haya, sino que se va agotando, como la sal, se va echando a la comida y poco a poco se va vaciando el salero. Hay que aprender dónde conseguir más provisiones para saber qué podemos hacer y qué no, porque en este mundo todos contamos, todos somos responsables. Aunque a veces haya quien, que mire para otro lado. Besos Inma

      Eliminar