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lunes, 25 de marzo de 2013

Ponernos en su piel

Este artículo va dedicado a personas que en algún momento tienen que mudarse a otro lugar o que estén pensándoselo. Para que cada segundo sientan que su valentía les ha fortalecido.

En la siguiente imagen, se ven unas figuritas al final de unos caminos que han seguido desde su origen. En algunas de estas figuritas están escritos distintos obstáculos que se han ido encontrando en su camino. En la exposición, al preguntarle al creador, me explicó que la obra representaba la migración.


En España, muchos de mi generación estamos viviendo una nueva situación, para nosotros, pero que ya había pasando antes. La situación de ver que gente de aquí, emigra allá. Hasta yo me lo he planteado por la sensación de que mi entorno está parado. Ver cómo se cierran comercios, ver cómo tantas familias pierden sus hogares, ver que cada vez hay más personas sin trabajo. Ver desesperanza y depresión, en su más amplio significado. Ver a niños hablando de hipotecas y embargos. Y me pregunto cómo será emigrar. ¿Cómo será dejar tu casa, tu pueblo, tu gente, lo que conoces y empezar la vida en otro lugar? La suerte que tenemos los de mi generación es que ya lo hemos vivido, pero desde el otro punto de vista. Solo queda ponernos en su piel, cuando la gente de allá inmigraba aquí.


Hace pocos años viví la experiencia de encontrar a muchas personas nuevas llegadas de otros países. Pude conversar con algunas y cada una era distinta, pero encontré en todas ellas las ganas de integrarse en su nuevo entorno, ganas de conocer gente y de salir adelante. La mayoría había viajado por necesidad, para buscar una vida mejor. Algunas de sus costumbres aquí eran desconocidas y extrañas, desde parar a alguien por la calle y pedirle su número, hasta sus ropas e idiomas. Pero solo por atreverse a irse de su hogar ya merecen nuestro respeto y un voto de confianza.

Tuve la maravillosa oportunidad de dar cursos de autoestima y habilidades sociales en un centro de Valencia para inmigrantes. Venían de muy diversos países, como Colombia, Guinea, India y Ecuador.  Todos agradecían nuestra labor y nos pedían ayuda para buscar un empleo o para solucionar problemas. Muchos tenían a sus familiares muy lejos, en su país de origen, y aquí sentían que se enfriaba la relación, que había miedo por perderles para siempre. Miedo por perder sus lazos, sus raíces, miedo por no poder volver a su país porque el viaje era muy caro, porque estaban muy lejos, por si luego no podían entrar otra vez en España. Viniesen de donde viniesen, traían con ellos su hogar en sus sentimientos. Por lo tanto, por mucho que nos alejemos de casa, siempre viajará con nosotros.



Enlaces relacionados:
Álbum de imágenes de la exposición
Imagen de aves migratorias
Noticias sobre migración

2 comentarios:

  1. Tiene que ser muy duro tomar la decisión y apechugar con ella. Por eso estoy contigo en que merecen respeto y comprensión.
    Te devuelvo la visita. Me alegra haberlo hecho.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Gracias por la visita. Con apechugar me viene a la mente alguna acepción. Yo prefiero, disfrutar, experimentar... Es decir, que si estás orgulloso de una decisión, es más fácil, pues eso, apechugar, afrontar, acostillar o amuslar, según se prefiera.

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