El tema trata sobre la libertad de expresión en el puesto de trabajo. Poder negociar las condiciones del contrato, mi rol en la empresa, incluso proponer mejoras o cambios me parece muy importante, al menos para mí, que suelo cuestionarlo todo y me gusta decir la mía. Yo hasta ahora he trabajado en 3 empresas distintas y he hecho prácticas en otras 2 y siempre he tenido la libertad de sentarme a hablar con los jefes sin miedo a una reprimenda ni a perder el puesto. Otra cosa era que luego me hicieran caso, pero escucharme lo hicieron, incluso llegamos a acuerdos. ¿Tuve suerte?, ¿ha sido porque solo he tenido 5 jefes?, ¿o porque los puestos de trabajo no tenían trascendencia?
Por ejemplo, mi primer jefe se dio cuenta de que hacía más horas que las que ponía mi contrato. Me pagaba las extra más caras, así que me propuso aumentarme las horas del contrato. Yo, muy amablemente, se lo agradecí y le dije que no hacía falta que se molestara con el papeleo. El hombre, no sé por qué razón, me siguió manteniendo mis horas más las extras. Creo que salí ganando, es cierto que no coticé más horas a la Seguridad Social pero a los 19 años lo que quería era la pasta.
No siempre me han hecho caso. Le pedí a otra jefa que me cambiara de puesto porque me gustaba estar cara al cliente y no me dejó, aunque me explicó las razones. Yo las acepté pero me busqué otro trabajo y me fui. No solo por este tema, sino porque me cambiaban mi horario sin avisar y porque no se me daba bien el puesto.
Pero en lo que estoy contenta es que nunca han tomado represalias. Tal vez sea porque siempre les he hablado con respeto y he cedido en algunas cosas. Siendo asertiva, se puede hablar de cualquier cosa, ¿no? Buscando el momento apropiado, debatiendo y argumentando lo que se está hablando.
¿Es así o estoy equivocada? ¿Cual es vuestra experiencia en este tema?
Enlace a la imagen:
http://blog.mysaasplace.com/blog/2013/03/26/las-4-habilidades-de-negociacion-basicas-para-un-project-manager/
Yo no he tenido malas experiencias en ese sentido, tampoco. A lo mejor es que también he tenido suerte pero creo que si las cosas se plantean desde el respeto y argumentándolas no hay por qué temer represalias. Otra cosa diferente, como dices, es que te hagan caso pero ése ya es otro cantar. Jajajaja. Besotes.
ResponderEliminarQué bien que a ti también te haya ido bien! Me quedo más tranquila que a otra gente le pase lo mismo. Una amiga me dijo que yo con mi voz de niña y siempre con la sonrisa pegada puedo decir lo que se me antoje que nadie se lo toma a mal. El problema es que de tan bien que se lo toman, a veces no me toman en serio. Gracias por comentar! Un besote
Eliminar¿Hola? Dos comentarios desaparecidos en combate. Le doy a publicar y simplemente se desvanecen ¿Puedes mirar en spam? Porque el primero era tan largo que si pienso en repetirlo me echo a llorar
ResponderEliminarUy vaya! Pues no tengo nada en spam. De hecho, no he puesto restricciones para publicar comentarios, ya que tengo tan poquitos, todo me parece bien jejeje. Imagino que tenías mucho que contar en este tema del trabajo. Si te animas a escribirlo otra vez genial, si no, no pasa nada. Gracias por comentar!!
EliminarSiempre por el beneficio de la empresa, depende del jefe. Hay quien no tolera tengas iniciativas, hay quien las asume como propias, y hay quien las recompensa. Mi experiencia laboral me dicta que desde dentro de cada desarrollo de trabajo es donde se aprecia si es o no mejorable, y pienso que todo es mejorable. Por eso admiro a los japoneses y sus grupos "Z", donde cada sección se reune mensualmente para ver como mejorar el rendimiento.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia Marcos. Estoy de acuerdo con que todo sea mejorable, por lo tanto, cualquier idea se puede perfilar para ver cómo adaptarla a lo que ya hay para mejorar. Me parece muy importante el diálogo y la buena cohesión grupal, sentarse a hablar juntos y todo lo que ayude a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en conjunto (incluyendo al jefe) puede repercutir en un beneficio para la empresa.
Eliminar